El aumento de la población musulmana en España ha llevado a muchas empresas cárnicas españolas a apostar por una línea de embutidos halal. Estos embutidos han ido ganando espacio en los supermercados españoles en los últimos años. Aunque de forma más lenta, quizás por dirigirse a un grupo de clientes más específico, esta gama de productos está ganando protagonismo en las líneas de producción de las empresas del sector y en la dieta de los musulmanes. ¿Imaginabas que podía existir un jamón halal? Aunque con sus particularidades, esta opción es ya una realidad.
Un colectivo creciente y con mayor poder adquisitivo
En 2019 un informe emitido por el Estudio Demográfico de la Población Musulmana cifró en más de 2 millones el número de musulmanes residentes en España. La progresiva integración de este colectivo en la sociedad española y su creciente poder adquisitivo les ha convertido en un target para muchas empresas. Aunque la industria alimentaria encabeza la apuesta por la línea halal, existen otros sectores que han sacado al mercado líneas de negocio acreditadas como halal.
Desde décadas atrás se han ido instalando pequeños comercios en barrios y localidades que ofrecen carnes y otros productos alimentarios importados específicos para musulmanes. Son las carnicerías halal. Pero la creciente demanda de la ya denominada industria halal y la paulatina incorporación de musulmanes nativos está favoreciendo el crecimiento y la diversificación de la oferta halal. Una actividad cotidiana como ir al supermercado podía convertirse en una carrera de obstáculos para los musulmanes que deben leer y releer las etiquetas de los productos para cotejar que cumplen los requisitos que su religión establece.
Embutidos halal alternativos
Esto también ha sido crucial para crear una oferta nacional certificada como halal. Artículos que poco o nada tienen que ver con el mundo musulmán se están abriendo paso en la oferta de productos halal. Jamón de pavo, salchichón halal, chorizo, salami o bacon de conocidas empresas y con presentación similar a los embutidos convencionales se han convertido en un fijo de la oferta halal.
Al igual que las carnes halal, esta línea de embutidos debe provenir de animales permitidos en la religión musulmana y sacrificados conforme al rito halal. Los animales deben además haber sido criados en libertad y alimentados de forma natural. Esto último qué duda cabe influye en la calidad y sabor de la carne. El resto de ingredientes deben estar igualmente acreditados como halal ya que hay colorantes y emulgentes que se obtienen del cerdo o de bebidas alcohólicas.
La introducción de embutidos halal al mercado responde por un lado a la demanda de españoles convertidos al Islam quienes han tenido que dejar de consumir esta línea de elaborados por no ser halal. La oferta les permite seguir consumiendo alimentos tradicionales y cumplir con los requisitos establecidos por su nueva religión. Otro segmento de clientes son los inmigrantes musulmanes que se sienten atraídos por estas delicias. Consumiendo embutidos halal añaden a su dieta nuevos platos hasta ahora desconocidos para ellos y refuerzan su integración en una sociedad donde los embutidos ocupan un lugar destacado en la mesa.
Cecina halal, salchichas cocidas, salami o chorizo Pamplona son solo algunos productos que se han ido incorporando a la oferta. Hay marcas que ya han sacado al mercado un jamón curado de cordero cuya elaboración y presentación son muy similares al jamón clásico. El objetivo es seguir ampliando la gama de productos halal alternativos que ayuden a los musulmanes a llevar a cabo una dieta idéntica a la de los españoles no musulmanes.
Cierta desconfianza en los embutidos halal
Algunos musulmanes muestran reservas y cierta desconfianza hacia esta línea de productos halal. ¿Cómo es posible que exista un bacon de pavo? se preguntan algunos. Este gesto viene motivado por fraudes cometidos por algunas empresas. El incremento de la demanda halal llevó a algunas compañías a colocar en el mercado productos etiquetados como halal cuando en realidad no lo son. El Instituto Halal, quien se encarga de emitir las certificaciones, se ha visto obligado a doblegar sus esfuerzos para tratar de combatir estas conductas fraudulentas.
Esta desconfianza quizás sea uno de los motivos de la ralentización en el ritmo de ventas de los embutidos halal en comparación con otros productos. De lo que no hay duda es que la demanda es creciente y variada. Desde la pandemia se han multiplicado los establecimientos especializados en la venta de carnes y embutidos halal por internet. La venta online de embutidos no ha dejado de crecer por el perfil del comprador, que conoce los productos, tiene más confianza en la marca y es capaz de cotejar la veracidad del etiquetado. Cabe esperar para confirmar si las ventas despegan en los puntos de venta físicos. Para ello se antoja necesario que las empresas consigan la confianza de los musulmanes más reservados ya sea con un etiquetado en sus idiomas nativos o dando a conocer al detalle el proceso de elaboración. Los embutidos halal han llegado para ampliar la dieta de los musulmanes y se han convertido en un atractivo comercial por el que la apuesta se multiplica y se intensifica.