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Las jaima árabes se abren paso como remedio para combatir a la COVID-19

El repunte de los casos de COVID-19 ha llevado a muchas personas a pensar en fórmulas alternativas para mantener las reuniones familiares que marcan estas fechas y al mismo tiempo evitar riesgos. Esta circunstancia ha favorecido el uso de la jaima árabe, que pueden albergar reuniones de pequeños grupos, confinar a los contagiados y son fácilmente desmontables. Uno de los atractivos de esta “casa portátil” es su capacidad para transportar a los usuarios a lugares peculiares y a tiempos lejanos sin salir de casa. ¿Pero qué es una jaima?

¿Qué es una jaima árabe?

La jaima es una especie de tienda de campaña usada por las personas que viven en el desierto. Su fácil montaje, desmontaje y transporte la han convertido en un pilar fundamental para los nómadas. Es una casa en el completo sentido de la palabra ya que en su interior tiene lugar el grueso del día a día. Eso sí, la cocina o nwala—un conjunto de artilugios rudimentarios—se sitúa en el exterior.

Una tela fabricada con tejido animal, un mástil central y algunos palos auxiliares o aamida, cuerdas o atnab y awtad (estacas) pueden considerarse los elementos esenciales de la jaima árabe tradicional. El objetivo es que estas sean fáciles y rápidas de desmontar ya que siempre puede darse la urgencia de tener que irse a otras tierras.

Tradicionalmente la jaima simbolizaba el trabajo colectivo y rol social en las comunidades. Para el montaje de una jaima se daban cita todos los miembros de la comunidad facilitando las tareas y acortando los tiempos. Era muy frecuente levantar grupos de jaimas formando lo que en algunas regiones como el Sahara Occidental se conoce como frig. Ello favorecía por un lado la twiza o trabajos colectivos para superar los difíciles desafíos marcados por el clima desértico, y por otro enfrentar los gazzi o ataques de otras comunidades.

La evolución de la jaima árabe

Con el paso del tiempo la jaima, además de un signo de la supervivencia en el desierto, se ha convertido en un atractivo para evadirse del ruido y el estrés de las ciudades. Es por ello que estos cobijos se han adaptado notablemente a los nuevos inquilinos.

La decoración interior de las jaimas ha evolucionado para proporcionar una sensación de evasión y lujo. Alfombras artesanales, lámparas árabes, juegos de té completos y pufs son algunos elementos que han aparecido en esta versión adaptada e igualmente auténtica de la jaima árabe.

Cada vez es más frecuente el uso del PVC para sustituir a la tradicional lana. La resistencia de este material a las inclemencias meteorológicas y su concordancia con la normativa europea antiincendios hacen que este material sea cada vez más habitual en España. Algunos fabricantes de jaimas coinciden en señalar que las tareas con el PVC son más fáciles y más rápidas.

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La jaima hoy en día

Actualmente sigue vigente el uso tradicional mantenido por los beduinos que resisten en el desierto con su estilo de vida nómada. Los refugiados saharauis en Argelia siguen aferrados a la jaima como modo de supervivencia. En Arabia Saudí, Emiratos o Qatar, donde se dan cita las extremas condiciones del desierto y el lujo, las jaimas se mantienen con fuerza.  

La jaima árabe ha llegado a España para usos variados. Es utilizada como un atractivo turístico convirtiéndose en una oferta alternativa. Cada vez es más frecuente su uso para albergar eventos de empresas que pretenden hacer vivir a sus empleados experiencias auténticas sin salir del país.

Las jaimas son utilizadas por algunos comercios como establecimiento para multiplicar sus ventas. La facilidad en el montaje, su limitada explotación comercial por la competencia y la sensación que aportan al usuario una vez en su interior son algunas razones que mueven a las compañías para apostar por las jaimas.

Ya has visto que la jaima ha sido crucial para la resistencia de los nómadas contra las duras condiciones del desierto. Ha resistido a los avances logrados en este último siglo. Podría pensarse que quedaría relegada por el éxodo rural de los beduinos y no ha hecho más que extender su uso. Pero lo curioso es que, junto a las mascarillas y a las vacunas, podría convertirse en un arma más para derrotar a la pandemia.

Las jaimas son también empleadas por las Fuerzas especiales para responder a situaciones extraordinarias que afectan a la sociedad. Seguramente habrás pensado en los desastres naturales y en la instalación de campamentos provisionales para brindar la asistencia necesaria a los colectivos afectados. La compra y alquiler de jaimas por parte de particulares también crece. Para celebrar un cumpleaños, para decorar el jardín de la casa y, en los últimos meses, para hacer frente a la COVID. La jaima árabe se abre paso como una alternativa que permite confinar un número determinado de personas sin salir de casa.